Querida Bruji,
Antes también habían domingos tontos, pero por tontos que fueran su compañía los llenada... Daba igual que no hubiera plan alguno o que no nos levantáramos del sillón en todo el día porque él era mi plan, y porque el simple hecho de sentirlo a mi vera en el sofá, me transmitía una serenidad absoluta... Así que esa tontería propia de muchos domingos se tornaba en días de paz y sosiego... en días de descanso... un descanso purificante que me hacia ver lo dichoso de mi existencia... dichosa por tenerlo a mi lado... dichosa porque a su lado disfrutaba de los tontos domingos...
Él era mi plan.
ResponderEliminarExacto, esas cuatro palabras lo resumen todo.
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