jueves, 11 de julio de 2013

Diario de una viuda enamorada - Día 7

Tú el pronto y yo el paño...

Te echo de menos hasta para limpiar. No porque suponga más o menos carga sino porque hasta en esos momentos de pura rutina del hogar teníamos nuestra complicidad... Si yo pasaba el trapo del polvo, tú venías detrás con la mopa; mientras yo fregaba, tú recogías "el pollo"; si yo organizaba armarios, tú limpiabas los baños; si yo ponía lavadoras, tú planchabas... Que bien se te daba planchar, sabes que a mí no me gusta nada y que tardo una eternidad, sin embargo, tú lo hacías fenomenal... Si yo organizaba un cuarto, tú organizabas el de al lado... La cuestión era estar juntos, juntos en todo... Compartíamos las tareas y las responsabilidades de la misma forma que compartíamos los momentos de diversión y entretenimiento... Siempre juntos... juntos para todo... Por eso no hay tarea o actividad que no me haga pensar en ti... Porque todo en mi vida tiene algo tuyo... Porque echo de menos llegar a casa y no tenerte para contarte como fue mi día en el curro y que tú me contaras cuántos toldos y de qué tipo colocaste ese día, y que te explotaras de la risa relatándome alguna de las ya sonadas anécdotas de tu trabajo... Lo hecho tanto de menos... Por eso todo lo que hago y digo tiene que ver contigo, porque tú lo sabías todo de mí y yo todo de ti, porque nos conformábamos con estar cerca aunque no mencionáramos palabra alguna .. Por eso hasta cuando limpio me hago eco de aquel famoso anuncio y pensando en ti digo... Tú el pronto y yo el paño...

No hay comentarios:

Publicar un comentario