¡Cuánta razón tenía Mafalda!

Me confieso fan de Mafalda. Los que de niños veíamos sus dibujos animados (fruto de esa tira de prensa argentina tan popular) y estábamos enganchados, creo que no éramos conscientes del por qué de tal "enganchamiento". Es posteriormente, cuando uno tiene la capacidad y la madurez suficiente de entender sus palabras y su mensaje, cuando uno comprende por qué gustaba, y gusta, tanto Mafalda. 

De hecho, cuando niña creo me gustaba Mafalda porque simplemente me hacía gracia su forma de quejarse por todo, sobre todo de la sopa, jajaja. Pero ahora que ya no soy tan niña (bueno, en ocasiones, habría que valorarlo, jiji), puedo decir con total convicción que soy fiel seguidora de esa niña que se rebela contra todo y contra todos. Gracias al humorista gráfico Quino (Joaquín Salvador Lavado), por crear esa tira cómica y dar a nuestras vidas un toque de ingenio, expresando tanta verdad de una forma tan amena y entretenida.

Son tantas las viñetas que están en mi mente y que he recopilado a lo largo de mi vida. Seguro que a much@s les pasa igual que a mí. Yo cada vez que leo o releo alguna de ellas, no puedo evitar el sonreír y pienso: "¡si es que tiene toda la razón!". 

Justo esta semana me han enviado la imagen de una de sus viñetas pensando que, quizás, eso podría darme alguna idea para el blog. ¡Y vaya que si me la dio! Aquí está la entrada Sara ;-), jeje. La viñeta que me enviaron fue la siguiente: 

Sólo diré que el otro día fui al dentista y aquello era caótico. Se había estropeado el sistema informático de la clínica y no podían hacer uso de los ordenadores ni mucho menos acceder a sus ficheros de datos o programas de trabajo. Ni sabían cuál era el turno de los pacientes, ni podían dar nuevas citas y, en cierto caso, ni sabían que muela tenían que "desvitalizar" a una paciente porque todo estaba guardado y explicado en la dichosa maquinita... ¡Ahí queda eso!

Yo, en ocasiones así, pienso: ¡Cuánta razón tenía Mafalda!